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Prisiones japonesas

Si va a ir a prisión en Japón, significa que ha cometido un delito y ahora está siendo condenado a prisión. A marzo de 2018, hay 62 cárceles, 6 cárceles de menores y 8 cárceles secundarias en Japón, y algunas cárceles albergan tipos específicos de reclusos. La prisión de Fuchu, en la prefectura de Tokio, y la prisión de Tochigi, en la prefectura de Tochigi, son los lugares de detención de la mayoría de los reclusos extranjeros.

Las prisiones en Japón pueden ser diferentes a las prisiones de su país de origen. Se sabe que son muy estrictos, con el fin de rehabilitar a los reclusos y garantizar que nunca vuelvan a cometer un delito.

Programa estándar de prisiones japonesas

La imagen de arriba muestra un ejemplo de la vida diaria de un recluso en una prisión japonesa. Como se muestra, las prisiones japonesas siguen horarios muy estrictos hasta el minuto. Solo se permite hablar durante el ejercicio y el tiempo libre, y los reclusos solo pueden hablar japonés.

La mayoría de los reclusos se encuentran en celdas comunitarias, con capacidad para 6 a 12 reclusos. Las habitaciones son de estilo japonés, lo que significa que los reclusos duermen en futones japoneses, y el suelo es de tatami. A veces, los reclusos extranjeros son colocados por separado en habitaciones de estilo occidental con camas, o en celdas solitarias de estilo japonés.

El trabajo penitenciario incluye la carpintería, la impresión, la cocina y la limpieza, así como la formación profesional para obtener calificaciones que puedan utilizarse después de salir de la cárcel. A los reclusos se les paga por este trabajo, y este dinero puede recaudarse después de ser dados de alta. Durante el tiempo libre, los reclusos pueden ver la televisión, escuchar la radio, leer libros, tener conversaciones tranquilas, etc. Sin embargo, todo esto debe hacerse en japonés.

¿Cómo puedo evitar ir a una prisión japonesa?

Suspensión de la pena

Una forma de evitar ir a una prisión japonesa es que te suspendan la sentencia.

Una sentencia suspendida es una sentencia que otorga al culpable un período de gracia de varios años hasta la ejecución efectiva de la sentencia, y también puede revocar la sentencia si no sucede nada durante el período de suspensión. Solo es elegible para solicitar una sentencia suspendida si la sentencia inicial fue de hasta tres años de prisión y / o 500,000 en multas, o más leve que eso. Durante la sentencia suspendida, puede vivir su vida como de costumbre; puede buscar trabajo, inscribirse en la escuela, casarse o mudarse sin restricciones.

Al final del día, solo el juez puede tomar la decisión final sobre si su sentencia será suspendida y usted puede evitar el tiempo en prisión. El juez examinará cada caso individual y determinará la posibilidad de rehabilitación. Para mejorar sus posibilidades de obtener una sentencia suspendida, querrá demostrar que está arrepentido al llegar a un acuerdo extrajudicial con la víctima y pagar los daños, iniciar terapia para rehabilitación y probar que el delito no fue premeditado.

Solo un abogado puede ayudarlo con esto, así que asegúrese de consultar con uno de nuestros abogados de defensa penal.

No enjuiciamiento

Si no es procesado, no solo no irá a la cárcel, sino que también estará exento de obtener antecedentes penales. Hay muchos casos en los que se retira el procesamiento por razones tales como «sin cargos» y «falta de pruebas». Para evitar el procesamiento, primero debe contratar a un abogado para que lo proteja a usted y a sus derechos.

Sus posibilidades de evitar el procesamiento aumentan si puede demostrar que es una persona reflexiva y amable que simplemente cometió un error, si es joven (lo que significa que tiene una mayor probabilidad de rehabilitarse), el delito que cometió no es muy malo, el daño sufrido por la víctima es menor, etc. Las posibilidades aumentan aún más si se ha disculpado sinceramente con la víctima, ha pagado una compensación a la víctima y muestra signos de arrepentimiento y autorreflexión.

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