Actualización sobre la Tricomonosis Felina: ¿Tratar o No Tratar?

Tritrichomonas foetus es un parásito protozoario que puede causar diarrea crónica, creciente y menguante en gatos. El organismo fue identificado hace más de 20 años como una causa potencial de diarrea felina, pero de acuerdo con un artículo de revisión en el Journal of Feline Medicine and Surgery, quedan preguntas importantes sobre la infección por T. foetus, incluida la posibilidad de tratarla o no.

T. foetus habita el ciego y el colon de gatos infectados y se elimina en las heces. La transmisión a otros gatos es a través de la vía fecal-oral. La diarrea asociada con T. el feto puede ser semiblanda, pero puede ser mucoide o sanguinolenta y, por lo general, no está acompañada de otros signos (por ejemplo, pérdida de peso). Aunque la diarrea puede reaparecer intermitentemente durante años, también puede resolverse por sí sola.

Diagnóstico

Los autores advierten que el diagnóstico de T. foetus es complicado. Debido a que el organismo es frágil, solo las muestras fecales frescas (idealmente obtenidas en la oficina veterinaria) son probables para ser diagnósticas. Además, la muestra debe obtenerse mientras el gato tiene diarrea, ya que es menos probable que las muestras fecales formadas alberguen al parásito.

Según los autores, la flotación fecal regular o la centrifugación no detectarán T. feto. El examen directo de una montura húmeda fecal bajo un microscopio puede revelar el organismo, pero esta técnica es solo un 14% sensible. Además, T. foetus es fácilmente diagnosticado erróneamente como Giardia, limitando aún más la fiabilidad de este método. Los autores señalan: «siempre vale la pena realizar un examen de montura húmeda fecal porque podría producir un diagnóstico fácil. Sin embargo, debido a la baja sensibilidad, no se puede confiar en un examen de montura húmeda negativo para descartar tricomonosis.»

Las pruebas de cultivo fecal y el examen histopatológico de muestras de tejido son más fiables desde el punto de vista diagnóstico que las monturas húmedas fecales, pero el método de diagnóstico preferido de los autores es la prueba de reacción en cadena de polimerasa (PCR) de material fecal diarreico, ya que parece ser el método más sensible disponible.

Tratamiento y pronóstico

El único medicamento que ha demostrado ser eficaz contra T. foetus es el ronidazol. Sin embargo, el ronidazol tiene un margen de seguridad relativamente estrecho en gatos, por lo que se requiere una dosificación cuidadosa para reducir el riesgo de efectos adversos asociados con la neurotoxicidad (incluyendo ataxia y convulsiones). Los autores también recomiendan el uso de la PCR para repetir la prueba a los gatos después del tratamiento, pero advierten que la infección asintomática es común y que la resolución de la diarrea hace que la prueba de PCR sea menos probable que identifique la infección en casos de fracaso del tratamiento.

Según los autores, actualmente se cree que el ronidazol es efectivo en el 60% de los gatos infectados, pero estos números pueden ser inexactos porque los estudios que utilizaron preparaciones de montaje húmedo para pruebas de seguimiento pueden haber reportado resultados falsos negativos debido a sus métodos de diagnóstico.

Quizás la pregunta más importante con respecto al tratamiento es si es necesario para los gatos infectados. Los autores comentaron que se estima que el 88% de los gatos infectados experimentan una resolución espontánea de su diarrea en 2 años, aunque estos gatos pueden seguir siendo positivos para PCR. Cuando se considera el potencial de toxicidad asociada a ronidazol, puede parecer prudente considerar no tratar a los gatos positivos en absoluto.

Los autores señalan que la resolución de la diarrea no indica que la infección se haya curado, señalando que «la mayoría de estos gatos permanecerán infectados en función de los resultados positivos de las pruebas de PCR para las especies de Tricomonas. Esto sugiere que los gatos no desarrollan una respuesta inmune efectiva a la infección de la especie Tritrichomonas y son incapaces de eliminar el parásito.»

Así, de todas las actividades de investigación activas relativas a T. feto, la cuestión de si «tratar o no tratar» puede seguir siendo una de las más apremiantes.