Beau Brummel (1924)

La obra de Clyde Fitch, escrita para el reconocido actor teatral Richard Mansfield, es una interpretación muy romántica de los incidentes en la vida de George (Beau) Brummel, el dandy de Regencia cuyo nombre se ha convertido en una consigna para el esplendor y la corrección de la sastrería, y se adapta libremente para esta película que muestra el talento sin igual de John Barrymore en su mejor momento como Brummel. Con venganza en su corazón, Brummel se propone manipular a la sociedad londinense en un gran juego debido a que, debido a una estación sin título, perdió a su amante, jugó bien con Mary Astor, de 18 años, con quien Barrymore comenzó una aventura durante esta filmación, y utiliza una estrecha relación con su patrocinador, el Príncipe de Gales, el Regente (más tarde el rey Jorge IV), para avanzar en su plan. El control de Barrymore de sus escenas es inigualable, ya que expresa la gama más amplia posible de emociones y reacciones con el menor movimiento de ojos o boca y, aunque hay muchas oportunidades para emoticones, su utilización de una mirada prolongada a los ojos de un amante o enemigo dice mucho. Barrymore es fuertemente asistido por un elenco de reparto muy capaz, incluyendo a Willard Louis como el Príncipe de Gales, Aleck B. Francis como el leal sirviente de Brummel y, como la duquesa de York, la exquisita Irene Rich, cuyos ritmos y capacidad para centrarse en la personalidad de su personaje complementan muy bien a Barrymore durante sus escenas compartidas. Harry Beaumont, como siempre, dirige con habilidad y es asistido enormemente con sus esfuerzos por el director de fotografía David Abel, cuya habilidad con grandes grupos durante la acción complicada se evidenció más tarde, ya que supervisó las cámaras durante las mejores películas de Astaire/Rogers. Algo más que una advertencia podría ser el deseo de que el escenario haya presentado más de la vida plena de Brummel en lugar del largo tratamiento dado a su desenlace, y que carezca de precisión, pero ciertamente le permita a Barrymore una buena cantidad de oportunidades dramáticas que no se rechacen.