¿Debería ducharse con agua fría antes de acostarse?

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Ducharse antes de acostarse es una experiencia relajante y placentera que puede ayudarlo a caer en un sueño más profundo y reparador. La ducha ayuda a regular el ritmo circadiano del cuerpo, conocido como «el reloj corporal natural», que se controla mediante cambios sutiles en la temperatura corporal central.

Las duchas frías y calientes tienen numerosos beneficios para la salud, que se encuentran en extremos opuestos de las reacciones naturales extremas del cuerpo. Para entender cómo te afectan las duchas frías antes de acostarte, primero es necesario entender las diferencias entre las duchas frías y calientes, y cómo cada una de estas sensaciones estimula tus reflejos naturales.

¿Cómo afectan las duchas frías al cuerpo?

Las duchas frías causan una rápida reducción de la temperatura corporal, enviando los nervios a un estado de alerta máxima. Esto pone al cuerpo a toda marcha a medida que intenta calentarse lo más rápido posible. El efecto es un aumento de la frecuencia cardíaca, un metabolismo más rápido y una mejor circulación, con un notable aumento de energía y un nivel elevado de conciencia mental.

Las duchas frías también activan las hormonas para sentirse bien al estimular el sistema inmunitario simpático natural, lo que lo deja revitalizado y completamente despierto.

¿Cómo afectan las duchas de agua caliente al cuerpo?

Cuando te duchas con agua caliente, tu cuerpo comienza el proceso de enfriamiento automático rápido para restaurar la temperatura media del núcleo. Se libera energía térmica almacenada, lo que hace que la tensión muscular se alivie y suavice.

La combinación de calor y vapor abre los poros, liberando toxinas para impulsar la curación. Las duchas de agua caliente fomentan la relajación, lo que puede aliviar los síntomas de los dolores de cabeza y la ansiedad para promover un mejor sueño.

¿Cómo afecta la temperatura corporal central al sueño?

El ritmo circadiano controla los niveles de energía en el cuerpo elevando o bajando la temperatura corporal central. Para alcanzar el sueño perfecto, la temperatura corporal central debe reducirse en aproximadamente un grado.

Una ducha fría sin duda reducirá la temperatura corporal más rápido que cualquier proceso corporal natural, sin embargo, el efecto en cadena de tomar una ducha fría está activando el reflejo inherente del cuerpo para elevar la temperatura central a la normalidad.

Una ducha caliente antes de acostarse aumentará su temperatura central, pero esto es seguido por un enfriamiento rápido que en última instancia puede bajar su temperatura central alrededor de 60 a 90 minutos después de ducharse.

El equilibrio ideal crea un efecto de enfriamiento gradual, por el que baja su temperatura corporal normal sin virar a los extremos. Para lograr esto, es mejor tomar una ducha tibia antes de acostarse, usando agua tibia que se incline hacia el lado más frío del espectro.

Por qué debería disfrutar de una ducha fría antes de acostarse

Las duchas tibias logran un equilibrio perfecto, lo que le permite cosechar todos los beneficios de las duchas frías y calientes, sin sobreestimular su ritmo circadiano. Al reducir la temperatura corporal central existente, en lugar de desencadenar una respuesta extrema a las duchas frías o calientes, su cuerpo puede alcanzar la temperatura adecuada para dormir, de forma natural.

Ducharse en agua fría activa su sistema inmunitario para apoyar la curación continua y aprovecha su sistema inmunitario simpático para cosechar los beneficios antidepresivos biológicos de liberar hormonas que mejoran el estado de ánimo en el torrente sanguíneo.

Tomar el borde de una ducha fría y helada ayuda al cuerpo a relajarse, lo que reduce la ansiedad y calma los músculos cansados. Esto ralentiza la frecuencia cardíaca, libera tensiones no deseadas y aumenta la sensación de comodidad y descanso.

Cuando se trata de la calidad del sueño, las duchas frías se guardan mejor para las mañanas. Comenzar el día con una vigorizante ducha fría tiene beneficios duraderos para mejorar el bienestar físico, mental y emocional. Del mismo modo, las duchas de agua caliente son perfectas para aliviar los músculos adoloridos y recuperarse del ejercicio.

Para fomentar un sueño profundo y reparador, lo mejor es disfrutar de una ducha fría antes de acostarse.