¿El Agua de Coco es Segura para los Bebés?
¿El Agua de Coco es segura para los bebés?
El agua de coco es una alternativa saludable a los zumos de frutas y bebidas deportivas. ¿Es una bebida segura para bebés?
Uno de los grandes alimentos para adultos es el agua de coco. Es una bebida refrescante que era más popular en los trópicos y que es baja en azúcar. También tiene fines medicinales para el tratamiento de la deshidratación y la diarrea, por nombrar algunos. La venta de agua de coco ha aumentado con los años. Por ejemplo, Vita Coco, logró cerca de US 3 372 millones en ventas en 2015, mientras que Zico ganó US 1 102 millones.
Su bebé está creciendo mucho y también su paladar. A la edad de seis meses, están en camino de probar nuevos alimentos, incluidos los sólidos. Mientras introduce diferentes frutas, verduras y carnes, puede considerar el coco fresco. Al principio puede ser difícil masticar los trozos frescos, por lo que se pueden agregar más tarde a medida que avanzan a través de sus nuevos alimentos favoritos. El agua de coco también es buena, y se puede agregar al arroz, purés y alimentos triturados. Sin embargo, querrás ofrecerlo poco a poco en una taza. Si se llenan de agua de coco, no tendrán suficiente espacio en el vientre para los otros alimentos y la fórmula que todavía necesitan consumir.
Beneficios del Agua de Coco
- Tratamiento natural para la deshidratación
- Alivia el estreñimiento
- Trata y mantiene las vías urinarias
- Repone el cuerpo después de la fiebre
¿Puedo Agregar Agua de Coco a la Fórmula de mi bebé?
No es inusual que algunas personas usen agua de coco para mezclar fórmula para bebés. Si está considerando esto, consulte con su pediatra para asegurarse de que es el equilibrio adecuado de vitaminas y minerales para las necesidades nutricionales de su bebé.
Conclusión
Si desea ofrecer agua de coco a su bebé, trátela como un alimento sólido y no como agua. Debes asegurarte de que tu pequeño lo tolere. La exposición temprana, especialmente antes de los seis meses de edad, puede aumentar el riesgo de desarrollar una alergia.