El o-fenilfenol y sus sales de sodio y potasio: evaluación toxicológica
El orto-fenilfenol (OPP) y sus sales de sodio (SOPP) y potasio (POPP) se utilizan como fungicidas y desinfectantes. Debido al uso generalizado, especialmente de OPP y SOPP, el potencial de exposición de los consumidores y algunos hallazgos» críticos», la base de datos toxicológica es bastante extensa y compleja. En animales experimentales, la toxicidad tras la administración oral y dérmica única de estos compuestos es baja. Para la piel y las membranas mucosas, el OPP debe considerarse irritante, y el SOPP y el POPP corrosivos. Un gran número de estudios de toxicidad crónica y de reproducción no mostraron ninguna indicación de efectos similares a los estrógenos u otros efectos endocrinos de la OPP en el organismo de los mamíferos. No se observaron efectos teratogénicos tras la administración de OPP o SOPP en ratas, ratones y conejos. En estudios de dos generaciones en ratas, la OPP no afectó a la reproducción. Los datos disponibles no sugieren un potencial relevante de propiedades inmunotóxicas. La administración de altas concentraciones dietéticas de OPP a ratones de hasta 2 años indujo cambios hepatocelulares indicativos de adaptaciones a las demandas metabólicas, degeneración zonal, necrosis hepatocelular focal y/o pigmentación del hígado. Solo en ratones machos de un estudio, utilizando una cepa propensa a desarrollar tumores hepatocelulares con altas incidencias espontáneas, la incidencia de adenomas hepatocelulares aumentó. La incidencia de carcinomas hepatocelulares no se vio afectada por el tratamiento. El urotel de la vejiga urinaria (a dosis muy altas también de la pelvis renal y la papila) es el tejido diana principal después de la exposición oral repetida de ratas. Los cambios consisten inicialmente en un aumento de la mitosis, seguido de una hiperplasia epitelial simple, que se convierte en una forma papilar y/o nodular, y más tarde en papilomas y carcinomas de transición. Cristales o piedras en la vejiga no juegan un papel decisivo en esta cascada. SOPP es más eficaz que OPP a este respecto. Las ratas macho son mucho más sensibles que las hembras. En ratones, hámsters, cobayas y perros, las lesiones uroteliales no se desarrollan ni siquiera a dosis orales muy altas. Los hallazgos en ratas explican por qué existe una gran base de datos de genotoxicidad/mutagenicidad no solo para OPP y SOPP, sino también para sus metabolitos en casi todos los tipos de objetivos/objetivos. El peso de la evidencia sugiere que la genotoxicidad de OPP / SOPP o sus metabolitos no juega un papel decisivo en la carcinogenicidad en el urotel. Entre ellos se encuentran la falta de unión del ADN de la OPP al epitelio de la vejiga de la rata, las diferencias entre la OPP y la SOPP, entre ratas macho y hembra, entre ratas y ratones (a pesar de una toxicocinética más o menos comparable), así como el hecho de que los tumores se desarrollan solo a niveles de dosis que inducen hiperplasias. Además, la fuerte dependencia de la incidencia y gravedad de los cambios vesicales no neoplásicos y no neoplásicos sobre los valores de pH urinario (modificados por la alimentación de cloruro de amonio o carbonato ácido sódico) es consistente con la hipótesis de un modo de acción no genotóxico. Finalmente, no hay correlación entre la concentración urinaria de OPP o sus metabolitos y la incidencia de hiperplasias/tumores en la vejiga urinaria. Se considera que tanto los efectos tumorígenos en ratas como en ratones machos representan fenómenos de dosis altas, específicos del sexo y/o de la especie, basados en mecanismos de acción no genotóxicos y, por lo tanto, permiten concluir que los enfoques convencionales de margen de seguridad son adecuados a la hora de evaluar el riesgo de las aplicaciones de OPP y sus sales.