Engrosamiento periostal como manifestación de trauma en la infancia
Este artículo reporta los hallazgos de un estudio de la incidencia de elevación periostal en niños y su posible relación con el abuso infantil. Se tomaron dos series separadas de radiografías del esqueleto de los niños para una variedad de propósitos de diagnóstico. El equipo de sospecha de abuso consistió en 59 radiografías tomadas por sospecha de abuso infantil. La edad media de todos los pacientes examinados fue de 1.22 años, mientras que, la edad media para los pacientes con engrosamiento cortical fue de 0,5 años, lo que sugiere que el engrosamiento cortical se produce en una población relativamente joven. El engrosamiento cortical se evaluó por el motivo del examen. Una diferencia significativa (p = .05) se detectó en 6/8 (75%) de los pacientes con engrosamiento cortical de los grupos sospechosos de abuso infantil y solo 2/8 (25%) de los pacientes de la categoría de diagnóstico de convulsiones. Los dos bebés que se observó que tenían elevación periostial, pero no se sospechaba de abuso, habían experimentado circunstancias inusuales, uno llevaba una férula de abducción y el otro era un prematuro gravemente hipotónico. Tenemos la impresión de que el engrosamiento periostial no es un hallazgo normal en los bebés y no representa una consecuencia de las prácticas normales de cuidado infantil. En cada caso en el que se detectó engrosamiento cortical, hubo evidencia que sugería que el niño había experimentado un manejo anormal o brusco. Como resultado de estos hallazgos, creemos que el engrosamiento cortical de los huesos largos detectados en la radiografía es una indicación de abuso infantil.