Líder empresarial, Estadista y filántropo The Max M. Fisher Story
A lo largo de su vida, Max M. Fisher sirvió como modelo para aquellos comprometidos a marcar una diferencia positiva en el mundo que los rodea. Fue un extraordinario hombre de negocios basado en su compromiso con la familia y la comunidad.Nacido en Pittsburgh en 1908 de inmigrantes rusos, Max asistió a Ohio State con una beca de fútbol. Después de graduarse en administración de empresas en 1930, se unió al negocio de recuperación de petróleo de su padre en Detroit. A través del trabajo duro, el instinto y sus legendarias habilidades de comunicación empresarial, hizo que el negocio se convirtiera en una de las cadenas de estaciones de servicio más grandes del Medio Oeste. Sus posteriores inversiones en el mercado de valores y en bienes raíces lo convirtieron en uno de los profesionales de negocios más exitosos de la nación. Más allá de eso, los valores de Max y su profunda dedicación a la comunidad mundial lo convirtieron en un líder reconocido en servicio y filantropía.
Max formó parte de los consejos de Comerica, un banco de consumo e inversión, y Sotheby’s. Recibió 13 títulos honoríficos y casi 50 premios de organizaciones como la Federación Judía de Bienestar y United Way of America. Fue objeto de artículos, documentales de televisión y una biografía de Peter Golden titulada Quiet Diplomat. Su habilidad en la diplomacia lo mantuvo conectado con todas las administraciones presidenciales desde la de Eisenhower. Asesoró a presidentes de Estados Unidos y primeros ministros israelíes y desempeñó un papel notable en la historia de ambos países.
En 1993, el deseo de Max de ver la universidad de negocios de Ohio State transformada en una de las principales instituciones del país dio lugar a una donación de $20 millones que encabezó la construcción de lo que ahora es una escuela de negocios altamente competitiva y de primer rango. En reconocimiento a su generoso compromiso, la universidad fue nombrada Max M. Fisher College of Business.
Junto con Marjorie, su esposa de 52 años, Max cultivó un legado de filantropía que impactó innumerables causas y organizaciones a nivel local, nacional y de todo el mundo a través de Max M. & Marjorie S. Fisher Family Foundation. Tras la muerte de Max en 2005, Marjorie trabajó incansablemente para continuar el tremendo trabajo de la Fundación Fisher Family, en la universidad y más allá, hasta su muerte en 2016.
En 2014, un regalo creó el premio Max M. Fisher Scholars y el Premio Fisher Faculty Eminence, demostrando aún más la creencia continua de la familia en el poder transformador de la educación en la Universidad Estatal de Ohio.
Max describió una vez su alma máter como un lugar que le brindaba oportunidades para tomar riesgos, dar forma a su propio futuro y desarrollar una base para generar impactos duraderos y significativos en el mundo. El notable ejemplo y la visión de Marjorie y él continúan guiando a Fisher College of Business hoy en día.