La hipnosis Como Herramienta Clínica
Nos damos cuenta de que la hipnosis ha adquirido un mal nombre en la mente de muchos cristianos. Por nuestra parte, no vemos ninguna razón para considerarlo «malo» o «peligroso» en sí mismo. En realidad, hay poca o ninguna base para la mayoría de los temores populares asociados con esta técnica. No es cierto, por ejemplo, que un hipnotizador pueda ganar control o dominio de la voluntad de otra persona. De hecho, algunos expertos son escépticos sobre su efectividad para ejercer cualquier tipo de influencia sobre su tema. Esa es una de las razones por las que tenemos reservas sobre recomendar su uso.
Usada de manera ética y responsable, la hipnosis es un método para inducir la relajación como una forma de liberar la mente subconsciente del sujeto en un intento de abrir la puerta a una visión personal más profunda. Bajo la cuidadosa supervisión de un profesional cristiano bien calificado, a veces puede ser beneficioso. Sin embargo, antes de someterse a la hipnosis, es fundamental conocer al terapeuta que la administra y estar familiarizado con sus credenciales, antecedentes, cosmovisión, sistema de valores y creencias personales. En las manos equivocadas, la hipnosis tiene el potencial de crear confusión y causar más problemas de los que resuelve.
Vale la pena agregar que la hipnosis, como cualquier otra técnica terapéutica, debe rechazarse de plano cuando adquiere matices espirituales cuestionables, por ejemplo, cuando se vuelve de naturaleza oculta o está claramente conectada con los principios de la religión oriental o la filosofía de la Nueva Era.
Si tiene preguntas adicionales sobre este tema o le gustaría discutir sus preocupaciones en mayor detalle con un miembro de nuestro personal, no dude en llamar al departamento de Consejería de Focus on the Family.