¿Las células cerebrales se parecen realmente al Universo?

Esta imagen que compara la similitud entre nuestras células cerebrales y el Universo hizo muchas rondas en Internet y todos nos sorprendimos de esto también. La mera insinuación de que nuestras células cerebrales se parecen exactamente al universo es bastante fascinante. ¿Pero esto tiene algo de verdad? ¡Averigüémoslo!

Cuando un grupo internacional de astrofísicos utilizó una simulación por computadora el año pasado para recrear cómo el universo creció y evolucionó, se parecía a la imagen que se muestra a la derecha. La imagen de simulación es una instantánea de los universos actuales que presenta un gran cúmulo de galaxias (amarillo brillante) rodeado de miles de estrellas, galaxias y materia oscura. El estudio lo muestra de la siguiente manera.

Publicado originalmente en Skit Hub

Aquí mostramos que la red causal que representa la estructura a gran escala del espacio-tiempo en nuestro universo en aceleración es un gráfico de leyes de poder con fuertes agrupaciones, similar a muchas redes complejas como Internet, redes sociales o biológicas. Demostramos que esta similitud estructural es consecuencia de la equivalencia asintótica entre la dinámica de crecimiento a gran escala de redes complejas y las redes causales.

La imagen de la izquierda, por otro lado, muestra células cerebrales que son una foto microscópica de algunas neuronas. Y luego la gente se lanza a algunas teorías filosóficas basadas en este parecido superficial: que el universo es una célula en una forma de vida más grande y cuán completa puede ser la relación de la mente con el universo.

El problema es que se trata de un parecido totalmente superficial. Por «superficial» quiero decir que cuanto más miras los detalles, menos se parecen entre sí estos fenómenos.

No se parece necesariamente, podría ser debido a la apofenia.

La similitud del universo con la célula cerebral podría atribuirse a la apofenia. Es la experiencia de percibir patrones o conexiones incluso en datos aleatorios o sin sentido. Por lo tanto, es nuestra mente la que percibe pequeños detalles y los une para llegar a una conclusión como esta. Y no son solo las células cerebrales y el universo. Echa un vistazo a estas imágenes, por ejemplo:

La imagen de la izquierda representa una esponja bajo un microscopio y la imagen de la derecha representa la gran escala de la estructura filamentaria del universo. ¿Todavía dirías que nuestro cerebro y sus neuronas se parecen al universo? Es un tipo típico de ilusión óptica que nos hace ver el más mínimo parecido en cosas perpetuamente opuestas.

Sin embargo, esta similitud tampoco es completamente inútil. La estructura espiral de una galaxia y la estructura espiral de un huracán son, al menos indirectamente, el resultado de la rotación diferencial (es decir, órbitas de materia a diferentes velocidades angulares a diferentes radios). Vemos cosas en el espacio que parecen «burbujas», y de hecho están algo relacionadas con las burbujas en la Tierra: son regiones infladas por la presión. El medio interestelar también está lleno de turbulencias. Vemos las formas de onda de la inestabilidad Kelvin-Helmholtz en la Tierra y en Júpiter.

Entonces, ¿qué es? Son similares?

La conclusión que podemos derivar es que los humanos tenemos esta capacidad distintiva de reconocer patrones visuales y esta es una herramienta muy importante también, pero no se puede tomar muy en serio para todas las perspectivas. Es importante que entremos en más detalles sobre el diseño antes de sacar conclusiones basadas en lo que vemos.

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