Narración

  • Personajes: Persona que aparece en la historia.
  • Acciones: Las que realiza cada personaje.
  • Tiempo: El periodo de tiempo, largo o corto, que se le da a un personaje para realizar las acciones.
  • Espacio: El lugar donde ocurren los hechos.
  • Narrador: El narrador contempla y cuenta los hechos que suceden de una manera ordenada, y en ocasiones juzga lo que sucede. En otras ocasiones se desconoce quién es el narrador, pero se conoce su existencia.

PersonajesEditar

Los acontecimientos que suceden son acciones realizadas por personajes. Un personaje es cualquier entidad que lleva a cabo acciones gracias a las cuales el argumento de la narración puede progresar. Un personaje puede ser tanto una persona como un animal o un objeto. Estas tres entidades hacen que la narración pase de una situación inicial a una situación final.

Un ejemplo claro de una narración en la que no intervenga ningún ser vivo es La lluvia amarilla, de Julio Llamazares.

Tipos de personajesEditar

El protagonista es el personaje en el que recae la acción narrativa, por ende, el interés del narrador se centra en lo que hace y lo que le sucede. En la mayoría de las narraciones el protagonista pretende resolver problemas que se le presentan. En esos casos aparece el papel de antagonista, es decir, el personaje que se opone al protagonista y a sus acciones, e intenta que no resuelva dicho problema. Los personajes restantes que intervienen en la historia son los denominados personajes secundarios.

La importancia de cada personaje es el sentido que tiene la participación de este en la historia, y hay que tener presente la función que desempeña cada uno, en relación con el tema de la trama.

Caracterización de personajesEditar

Aunque en ocasiones el personaje esté basado en una persona real, el escritor lo describe, por lo que gracias a él se puede descubrir quién y cómo es y qué rasgos lo caracterizan. Según esto, un personaje también se puede definir como una «creación del autor». Siguiendo este proceso, existen varios recursos para la caracterización de un personaje:

  • Descripción: El autor describe tanto física como psicológicamente al personaje para poder retratarlo y representarlo. Puede ir tanto al comienzo del texto o cuando la acción ya ha comenzado y el relato avanza.
  • Acción: Según el comportamiento y las reacciones del personaje, se puede dar una idea de cómo es.
  • Diálogo: Según la conversación del personaje, se puede tener una noción de las ideas de este y de sus intenciones, es decir, los rasgos característicos de cada personaje viene definido por sus palabras.

Acción narrativaEditar

Se llama historia a la serie de acontecimientos relacionados entre sí que han sucedido en un orden determinado. Claramente una historia se puede contar de formas muy diversas, por lo que da lugar a narraciones, órdenes y estructuras distintas. La estructura de la acción narrativa es la manera en la que en un relato se han organizado los acontecimientos que constituyen la historia.

En un relato la acción está constituida por capítulos, que a medida que la narración sea más larga, los capítulos serán más extensos también.

Estructura de la acción narrativaEditar

La estructura de los capítulos se presentan dependiendo del orden que les dé el autor siguiendo el sentido del texto. Siempre se distingue una situación inicial y una situación final, y los sucesos que le ocurren a los personajes es la causa de pasar de una situación a otra. A este esquema le corresponde la estructura planteamiento-nudo-desenlace.

  • Planteamiento: Se cuenta quiénes son los personajes, dónde y cuándo transcurre la historia y cuál es el problema que les afecta.
  • Nudo: Se desarrolla el problema que afecta a los personajes, narrando todas las acciones que realizan los protagonistas para resolver dicho problema. En los relatos largos es la parte más extensa, y está formado por múltiples capítulos.
  • Desenlace: Se narra el resultado final, en otras palabras, si el personaje resuelve finalmente dicho problema.

No todos los textos narrativos se ajustan a esta estructura, sino que en algunos casos no existe tal presentación de personajes, y el relato, en ese caso, comienza directamente en la mitad de la trama, lo que se denomina in medias res. En otros casos comienza directamente por la situación final, para contar después qué es lo que ha llevado a ese desenlace, lo que se denomina in extrema res. El autor también puede preferir por no contar el desenlace de la trama, lo que se denomina final abierto, cuando causa al lector una imaginación de cómo terminaría el asunto.

Tiempo narrativoEditar

Las acciones que realizan los personajes suceden una detrás de otra, y forman así una sucesión. Para analizar el tiempo narrativo hay que tener presente el tiempo de la historia y el tiempo del discurso o tiempo de la narración.

Tiempo de la historiaEditar

Con frecuencia el narrador indica la época concreta, pero en otros casos no la indica, y el lector puede deducirle por la apariencia de los personajes, por ejemplo. También el narrador puede no indicar ninguna referencia hacia la época, para que el relato tenga una validez universal.El tiempo de la historia también comprende la cronología de los acontecimientos.

Tiempo del discursoEditar

Según el orden de la narración, existe una narración lineal, la cual se cuenta en el orden en el que sucedieron los acontecimientos.

Mediante distintas técnicas el narrador puede alternar dicho orden, como sucede con in media res, cuando la historia comienza por la mitad, y con in extrema res, cuando empieza por el final. En otros casos se inserta la retrospección o flashback, cuando se cuentan hechos que sucedieron en el pasado, la anticipación, que es el mismo caso solo que los hechos suceden más tarde, y la simultaneidad, cuando ocurren al mismo tiempo.

Mediante otras técnicas los narradores hacen uso del ritmo. El ritmo se diferencia en un ritmo rápido, cuando los acontecimientos transcurren en un espacio corto de tiempo, y el narrador puede incluir saltos en el tiempo o deja de explicar los hechos ya que no los considera importantes, y en un ritmo lento, cuando los acontecimientos, que tienen una duración corta, el narrador alarga el espacio de tiempo y hace uso entonces de detalles tanto en las descripciones como en las reflexiones y explicaciones.

Velocidad y relación entre tiemposEditar

Se refiere a la relación entre el tiempo de la historia y el tiempo del relato. Esta relación puede ser de igualdad o no. El tiempo de la historia (TH) hace referencia a lo que se cuenta y el tiempo del relato (TR) al cómo se cuenta. Analizando el ámbito literario, Genette establece la siguiente clasificación:

  • Escena: relación de igualdad. Coloquialmente se llama «tiempo real». Existe una sincronía perfecta entre ambos tiempos. TH=TR.
  • Elipsis: se da cuando hay una parte del relato que no se cuenta y suele coincidir con un cambio de escena. Para un tiempo de la historia x, el tiempo del relato es 0. TH=TR=0.
  • Sumario: se trata de una aceleración del relato, una compresión de los acontecimientos de la historia en el nivel del relato. Esto produce que el tiempo de la historia sea mayor que el tiempo del relato. A menudo se plantea como una transición entre secuencias. TH<TR.
  • Pausa: para un tiempo de la historia 0, el tiempo del relato es x. No hay nada que contar de la historia pero sí del relato. A menudo se emplea para hacer descripciones. TR<TH.

Espacio narrativoEditar

El espacio está constituido por las referencias que hace el narrador al lugar donde transcurren los hechos de la historia. Hay que tener en cuenta que existen muchos relatos donde la acción transcurre en un espacio único y, en otros relatos, la acción transcurre en lugares diferentes. También algunos de los espacios pueden estar definidos por escasas descripciones, solamente aparecen nombrados y, en otras ocasiones, pueden aparecer bien definidos, dotados con descripciones, como sucede en la obra Industrias y andanzas de Alfanhuí, de Rafael Sánchez Ferlosio. En estos casos cuando el espacio está descrito aparece el término de ambiente.

NarradorEditar

El emisor de un texto narrativo recibe, de acuerdo con la función que realiza, una denominación especial: la de narrador. No obstante, la razón de la misma estriba en la necesidad de prever que en algunos textos narrativos el emisor y el narrador no coinciden, o dicho con otras palabras, no son la misma persona. Tal situación se da, como es evidente, en los textos narrativos literarios. Lo que ocurre en las novelas y en los cuentos es que la historia que se cuenta ha sido inventada (o, por lo menos, así se presenta); dado que esto es así, no es posible que el emisor (el autor real) haya podido ser testigo de la misma. Por lo tanto, se entiende que quien narra no es él, sino un narrador indeterminado también inventado por ese autor. Partiendo de esta consideración, que nos lleva a utilizar siempre esa denominación de narrador, hay que analizar otro factor que también depende del narrador: la perspectiva o punto de vista que adopta para contar la historia.

Función del narradorEditar

Un narrador es la persona que escribe cuentos, novelas, etc., en otras palabras, un narrador es un «escritor de relatos». Definiéndolo de otra manera, un narrador es el elemento estructural de la narración, que contempla los hechos narrados.

Autor y narrador no es lo mismo. Es el autor quien decide quién va a ser el narrador, y qué características va a tener. Dichas características constituyen el denominado punto de vista de la narración.

Participación del narradorEditar

Sin haber participado en los hechos, el narrador puede conocerlos, y puede ser también uno de los personajes que intervienen en la historia. El personaje que funciona como narrador se denomina narrador interno, y el autor construye el relato fingiendo que la historia la cuenta uno de los personajes.

En la mayoría de las ocasiones el narrador interno coincide con el protagonista. En este caso predominan las formas verbales y los pronombres en primera persona. Los relatos de este tipo se denominan narración en primera persona. Con menos frecuencia el narrador no coincide con el protagonista, sino con un personaje secundario, lo que se denomina como narrador testigo.

Por otro lado, un narrador externo conoce los hechos que suceden y los personajes que intervienen, pero no participa en la historia, sino que la cuenta «desde fuera». Por esta razón no se referencia a sí mismo. Los relatos de este tipo se denominan narración en tercera persona.

Conocimiento del narradorEditar

Dependiendo del grado de conocimiento del narrador, existen dos tipos:

  • Narrador omnisciente: Conoce los aspectos y detalles de los personajes, de sus pensamientos, sus intenciones, su historia, etc. Normalmente se compara con una serie de divinidad que sabe todo y que se desplaza por su propia voluntad en tiempo y lugar.
  • Narrador objetivista: Conoce lo que los personajes dicen y hacen, y no conoce sus pensamientos, sus sentimientos ni el porqué de sus actuaciones.

Tiempo del narradorEditar

Lo más habitual es que el narrador cuente historias que han sucedido en el pasado, a éstas se llaman narraciones en pasado. Cuando los acontecimientos están sucediendo en ese preciso instante en el que el narrador narra los hechos, recibe el nombre de narraciones en presente. Lo menos habitual son las narraciones en futuro, cuando el narrador narra los hechos que aún no han acontecido.

Opinión del narradorEditar

Cuando el narrador no decide si las acciones que realizan los personajes son buenas o malas, el narrador es objetivo. Cuando el narrador interviene en el relato y valora los hechos que realizan los personajes, dando una opinión, el narrador es subjetivo. Gracias a la subjetividad consigue dirigir la interpretación del lector en un sentido.