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Discusión

El infarto esplénico se produce como resultado de la necrosis tisular que se desarrolla debido a la isquemia del parénquima, que es el resultado de la interrupción del suministro de sangre arterial al bazo. El infarto puede ocurrir en un segmento del bazo o en el bazo. Los trastornos hematológicos infiltrativos que causan congestión de la circulación esplénica con células anormales o tromboembolismo constituyen las causas más comunes (88%) de infarto. Se informó que la tasa de desarrollo de infarto esplénico oscila entre el 50 y el 72% en pacientes con LMC y mielofibrosis. El infarto esplénico también puede desarrollarse secundario a trastornos cardiovasculares, enfermedades autoinmunes/del tejido de colágeno, traumatismos, cirugía (pancreatectomía o trasplante de hígado) o una infección. En el 16,6% de los pacientes, es el primer síntoma de una enfermedad subyacente. En el presente estudio, cuatro pacientes tenían un factor de riesgo de tromboembolismo (pacientes que tomaban warfarina debido a enfermedad arterial coronaria, insuficiencia cardíaca congestiva, diabetes mellitus, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, hipertensión y reemplazo valvular). No se detectaron enfermedades hematológicas de acuerdo con la historia clínica o el seguimiento clínico de ningún paciente. Como se informó en la literatura como una ocurrencia rara, un paciente tenía una infección activa por brucella.

En pacientes con infarto esplénico, la presentación clínica puede ser en forma de dolor abdominal inespecífico o shock hemorrágico resultante de hemorragia subescapular masiva. En algunos casos, el cuadro clínico no proporciona ninguna indicación, y el diagnóstico se basa en imágenes, laparoscopia o laparotomía. El síntoma general es dolor abdominal o dolor abdominal en el cuadrante superior izquierdo en dos tercios de los pacientes.2, 4 Las náuseas y los vómitos también se encuentran entre los primeros síntomas. El dolor abdominal puede ir acompañado de fiebre, escalofríos, dolor pleurítico en el pecho y dolor en el hombro izquierdo (hallazgo de Kehr). El dolor a menudo ha estado ocurriendo durante al menos una semana en la mitad de los pacientes. El síntoma más común encontrado en el examen físico fue el dolor en el cuadrante superior izquierdo. Todos los pacientes que acudieron a nuestras clínicas tenían dolor abdominal y sensibilidad en el abdomen. En cinco pacientes, el dolor duró menos de una semana.

No se utiliza ninguna prueba de laboratorio específica de la enfermedad para el diagnóstico. El recuento de leucocitos puede ser superior a 12.000/m3 en el 50% de los pacientes, y el 7% de los pacientes puede tener trombocitosis.4, 5 De acuerdo con la literatura, los valores de leucocitos de tres pacientes de nuestro estudio fueron altos. La prueba del dímero D se realizó para dos pacientes con diagnóstico previo de embolia mesentérica, y el valor fue alto para ambos pacientes. Dado que hay un número limitado de estudios relacionados con la relación entre el dímero D y el infarto esplénico en la literatura, los valores de dímero D de los casos parecen ser altos.2, 6 Este resultado nos lleva a pensar que, debido a que la etiología es generalmente secundaria al tromboembolismo, el dímero D, un producto de degradación de la fibrina que se encuentra en los trastornos de la coagulación, puede ser útil para excluir el infarto esplénico. Sin embargo, es necesario seguir investigando. Los demás resultados de las pruebas de laboratorio no presentaron hallazgos patológicos.

La tomografía computarizada con contraste es el mejor método y opción para el diagnóstico de infarto esplénico. También es más ventajoso que otros métodos de diagnóstico para la identificación de otras patologías. Se debe considerar la posibilidad de infarto esplénico en pacientes de riesgo y con dolor no especificado en el cuadrante superior izquierdo, y se debe realizar una tomografía computarizada. La resonancia magnética por medio de contraste de gadolinio inyectado por vía intravenosa es otra opción. La investigación sobre los infartos esplénicos indica que las imágenes por ultrasonido son un método que se puede preferir. La ecografía es útil si se puede identificar el parénquima del bazo. En la fase aguda del infarto, la incidencia de imágenes negativas es alta en la ecografía B-mod, y otra investigación pone que su valor diagnóstico es del 18%. En los casos en que el área del infarto es grande, el ultrasonido Doppler color puede mostrar el área sin sangre. Estudios recientes sugieren que en pacientes con sospecha de infarto esplénico, la incidencia de imágenes del infarto aumenta hasta un 100% con el uso de medios de contraste ecográficos de segunda generación.10, 11 En el presente caso, se utilizó una tomografía computarizada abdominal para la obtención de imágenes, ya que el dolor de los pacientes no se alivió durante el período de seguimiento, el dolor en el cuadrante superior izquierdo continuó en el examen físico y los hallazgos de laboratorio no proporcionaron ninguna patología que explicara la situación clínica. Antes de la TC, los pacientes se sometieron a una ecografía junto a la cama, que mostró que un paciente tenía una lesión hipoecoica con un contorno irregular. Los resultados de los demás pacientes no presentaron hallazgos patológicos ni líquido libre abdominal. El hecho de que todos los pacientes fueran dados de alta del hospital después de un tratamiento conservador puede indicar que la situación clínica y las lesiones eran leves. Esto puede explicar por qué la ecografía no mostró las lesiones en otros cinco pacientes.

El diagnóstico de infarto esplénico ha aumentado debido al uso más frecuente de técnicas de imagen radiológica abdominal y a la opción de embolización angiográfica más frecuente en lesiones vasculares del bazo.

Los presentes abordajes orientativos sugieren un seguimiento conservador en los casos de infartos esplénicos asintomáticos y sin complicaciones. Sin embargo, se prefiere la cirugía en caso de complicaciones como síntomas resistentes, sangrado, ruptura, absceso y seudoquistes.

Conclusión

El infarto esplénico, una causa de dolor abdominal, rara vez se encuentra y a menudo pasa desapercibido. El diagnóstico se basa en la sospecha clínica y las imágenes. La TC abdominal es la primera opción para el diagnóstico. El infarto esplénico sin duda debe considerarse en el diagnóstico diferencial de los pacientes que se presentan al servicio de urgencias por dolor abdominal, en vista de las enfermedades subyacentes y de riesgo. Se puede utilizar una prueba de dímero D para excluir el diagnóstico de infarto esplénico; sin embargo, es necesario realizar más investigaciones.

Conflicto de intereses

Los autores declaran que no existen conflictos de intereses potenciales.