Política de salud de Cuba: prevención y participación activa de la comunidad

Resumen

En Cuba, la atención de la salud se considera un derecho humano para todos los ciudadanos, por lo que la atención de la salud es una prioridad nacional. La política de salud de Cuba hace hincapié en la prevención, la atención primaria, los servicios en la comunidad y la participación activa de los ciudadanos. Este énfasis ha dado lugar a una clasificación impresionantemente alta en los principales indicadores de salud, a pesar de las desventajas económicas. La experiencia cubana demuestra la influencia del compromiso ideológico y la formulación de políticas en la prestación de atención de salud y desafía la suposición de que la atención de alta calidad para todos los ciudadanos requiere una inversión financiera masiva. Por lo tanto, la evolución del sistema de salud cubano desde la revolución tiene implicaciones para el sistema de salud de los Estados Unidos; específicamente, sugiere que la distribución equitativa de los servicios de salud en los Estados Unidos requiere un sistema nacional de seguro de salud y prestación de servicios.

PIP: El nuevo gobierno cubano en 1959 comenzó a reformar el sistema de salud con fines de lucro que, 30 años después, dio como resultado servicios de salud gratuitos para todos sus ciudadanos, que se integran con el desarrollo social y económico nacional. La esperanza de vida en Cuba es superior a la de los estados unidos (72.5 vs 71.9). Los trabajadores de la salud han eliminado la poliomielitis, la tuberculosis, la fiebre tifoidea y la difteria. La tasa de incidencia de malnutrición entre 1 y 15 años es del 0,7% en comparación con el 5% en los Estados Unidos. El sistema de salud cubano comenzó en la década de 1960 como un sistema curativo basado en hospitales, pero cambió durante las décadas de 1970 y 1980 a un sistema de atención primaria de salud basado en comunidades. Consta de 6 niveles jerárquicos entrelazados: institutos nacionales de salud y centros hospitalarios (atención cuaternaria-súper especialidad), hospitales provinciales (atención terciaria-alta especialidad), hospitales municipales (atención secundaria-especialidad), centros de salud de área (atención primaria o comunitaria) que atienden a 25,000-30,000 personas, policlínicas de sector que atienden a 4000-5000 personas y minipoliclínicas atendidas por un equipo de médicos de familia (médicos de familia, enfermeras y trabajadores sociales) que atienden a 600-700 personas. La estrategia del equipo de médicos de familia ha fortalecido la vigilancia de enfermedades y ha completado la información sobre el estado de salud y las características de los vecindarios. Los residentes del vecindario determinan su propia atención médica y protección. De hecho, las brigadas de voluntarios construyen minipoliclínicas y viviendas para médicos de familia y enfermeras. Los críticos del sistema de salud cubano afirman que la proporción de médicos por población es demasiado alta y que representa una parte excesiva del producto nacional bruto (casi el 15%). Sin embargo, a pesar de que el sistema de salud de los Estados Unidos es la industria más grande de los Estados Unidos y ha logrado avances tecnológicos impresionantes, la salud de millones de ciudadanos estadounidenses se deteriora. Estados Unidos necesita un sistema que proporcione atención médica justa, equitativa y de calidad para todos. Por lo tanto, los trabajadores sociales de los Estados Unidos deben trabajar activamente para lograr el seguro nacional de salud y los modelos de prestación de servicios.