¿Por Qué Los Animales No Tienen Tres Patas?
Los animales de nuestro planeta caminan sobre dos patas, o cuatro patas, o seis, o incluso 750 para el caso. Entonces, ¿por qué ningún animal tiene tres?
Aunque los animales de tres patas no existen en la naturaleza, varias criaturas descansan en una «postura de trípode», colocando su peso sobre dos patas más una cola o pico. Los suricatas que se posan erguidos para evaluar su entorno descansan sobre sus patas traseras y cola, y los canguros se apoyan con sus colas musculosas mientras se alimentan. Mientras tanto, los pájaros carpinteros se sujetan con plumas de la cola cuando se posan precariamente en el tronco de un árbol, y los loros trepan usando sus dos patas y pico como un trío de garras. Incluso los peces descansan en tres apéndices; el pez trípode, bien llamado, descansa en el fondo del océano usando tres espinas, dos que sobresalen de sus aletas y una de su cola.
Sabemos que las patas pueden venir en grupos de tres, ya que los insectos tienen un total de seis. A medida que caminan, se mantienen tres patas en el suelo (dos en un lado y una en el otro lado) mientras que las tres restantes dan un paso adelante. Este modo de caminar se conoce como el método alternativo de trípode.
Estar posicionado en un trípode es una forma bastante efectiva de equilibrarse y no le cuesta al animal energía extra, así que ¿por qué nunca evolucionaron tres pies? En un artículo publicado en la revista BioEssays, Tracy Thomson, estudiante de posgrado de la Universidad de California, Davis, discute el acertijo, señalando que la explicación probablemente esté profundamente arraigada en nuestra evolución.
«Si estamos tratando de entender la evolución como un proceso, necesitamos entender lo que puede y no puede hacer», dijo Thomson en un comunicado. «Casi todos los animales son bilaterales.»
Esto significa que la gran mayoría de las especies parecen tener dos lados simétricos; tenemos un brazo y una pierna a cada lado, los peces tienen aletas simétricas a ambos lados de sus cuerpos, y las arañas tienen cuatro patas a cada lado, por ejemplo. Thomson argumenta que ser bilateral, cuando se trata de extremidades, al menos, se arraigó en nuestro ADN muy temprano en el árbol de la vida, potencialmente incluso antes de que las extremidades y las aletas evolucionaran. Después de todo, los fósiles de tres patas no existen en el registro fósil.
«La restricción más fuerte en la evolución de un triped es filogenética: es decir, la adopción genética temprana de un plan corporal bilateralmente simétrico que ocurre antes de la llegada de las extremidades», escribe Thomson. «Presumiblemente, esto limitaría en gran medida la evolución de cualquier animal de tres patas.»
La mutación genética ocasional ha llevado al desarrollo de tres patas en unos pocos individuos. Por ejemplo, hubo informes de un patito de tres patas que nació en China en 2008. Incluso se sabe que una tercera pierna surge en los seres humanos, por ejemplo, en el artista de espectáculos ambulantes italo-estadounidense Frank Lentini, que vivió entre 1889 y 1966. Sin embargo, en lugar de una mutación genética, la extremidad extra de Lentini fue el resultado de un gemelo parasitario.
Parece que la evolución dio paso a una variedad de números de patas, pero gracias a nuestros cuerpos simétricos, tres simplemente no lograron el corte.