Preceptorial del primer Año
La charla Ted «Conectada pero sola» de Sherry Turkle plantea varias ideas significativas sobre los efectos de la tecnología en las personas de hoy, así como en las generaciones anteriores y futuras. Algunos de los puntos que discute se relacionan con la idea de que, mientras estás conectado a la tecnología, estás eliminando tu cuerpo y desconectando tu mente de la realidad. Ella observa cómo en todas partes en el mundo de hoy, la gente siempre está conectada de alguna manera y usa sus teléfonos para enviar mensajes de texto y correos electrónicos. Turkle plantea un punto que dice: «Esperamos más de la tecnología y menos de los demás». La tecnología se ha convertido en una muleta, nosotros como sociedad hemos comenzado a apoyarnos en la tecnología y sumergirnos en la vida de estar conectados en lugar de tener una conversación cara a cara que es mucho más genuina y real. Recuerda cómo un joven le dijo una vez que le encantaría aprender a tener una conversación real en algún momento, esto eclipsa un gran problema que la sociedad enfrentará en los próximos años, la dependencia de las interacciones sin cuerpo. Turkle dice a este punto: «Estamos dejando que nos lleven a lugares a los que no queremos ir».
El artículo «The Embodied Computer/User» de Deborah Lupton discute las nuevas relaciones que se están empezando a formar entre la computadora y el usuario y es un gran complemento a los puntos que Sherry Turkle hace en su charla Ted «Connected but Alone». En un momento de su artículo, Lupton dice: «En lugar de que la díada computadora/humano sea una simple cuestión de uno mismo versus otro, hay, para muchas personas, una confusión de los límites entre el yo encarnado y el PC». La gente está empezando a perder la distinción entre una verdadera interacción cara a cara con un ser humano y las interacciones que tienen lugar a través de la máquina. Un gran ejemplo de esto es cuando Turkle describe a la anciana en el hogar de ancianos hablando con el robot. La mujer se siente como si el robot entendiera por lo que está pasando y eso la reconforta, cuando en realidad el robot no tiene experiencias reales de la vida real y no puede comprender completamente el significado de las emociones además de sus definiciones duras. Si la sociedad continúa por este camino, de confiar en la tecnología por encima de las experiencias humanas reales, el futuro no parece brillante.