Qué es y cómo se trata la cervicitis o inflamación del cuello uterino
Cuando el cuello uterino se inflama, estamos ante lo que se conoce con el nombre de cervicitis y que se produce por una infección que se contrae durante las relaciones sexuales y que puede tener su origen en casos de gonorrea, clamidia o herpes genital, entre otras. Pero no es la única causa asociada a esta patología ginecológica, ya que detrás de esta afección también puede estar la exposición a un agente químico, algunos de los cuales se encuentran en ciertos productos de higiene femenina, o bien por un crecimiento excesivo de bacterias en la vagina.
Aún hay más, ya que tras la menopausia y con la reducción de la producción de estrógenos se favorece la aparición de infecciones en el sistema genitourinario.
¿Cuáles son los síntomas de la cervicitis? ¿Cómo es el tratamiento?
Diferentes causas para dar paso a una variada sintomatología en la que destacan como manifestaciones frecuentes las micciones continuas y molestas, el sangrado vaginal después de mantener relaciones sexuales (las cuales pueden ser dolorosas), picor o ardor en la vagina, sensación de presión en la zona de la pelvis, así como un flujo incesante y con tonos de color cambiantes.
Incluso hay mujeres con cervicitis que no experimentan ninguno de estos síntomas o bien, por el contrario, se suman a otros como fiebre o dolor en la parte baja del abdomen cuando el origen se encuentra en una enfermedad inflamatoria pélvica o una infección por herpes.
Una vez se ha corroborado el diagnóstico, el tratamiento pasa por la administración de medicamentos antibióticos, antifúngicos o antivirales según la causa o microorganismo que haya originado esta infección ginecológica. En el caso de que este origen obedezca a una bacteria, las parejas con las que han mantenido relaciones sexuales deben recibir también un tratamiento correspondiente y ambas partes deben dejar de practicar sexo hasta que la patología no haya desaparecido del todo.
En el caso de que este tratamiento no haya surtido efecto o bien, se prolongue durante el tiempo sin visos de mejoría (al cabo de unos 3 o 6 meses se repite un análisis para comprobar la evolución), puede ser necesario recurrir a otro tipo de terapias para tratar la cervicitis y eliminar ese tejido inflamado por medio de técnicas como pueden ser la criocirugía, por medio de electricidad y calor (electrocauterización) o láser.