Separación-Individuación

Margaret Mahler ( 1897-1986) representa a un grupo de psicólogos del ego cuyo interés se centra en el desarrollo de estructuras psíquicas, como se describe en la teoría estructural de Sigmund Freud (1990), el id, el ego y el superego. El interés de Mahler en el desarrollo del ego se centró en su desarrollo dentro del contexto de las relaciones de objetos. Las relaciones de objetos se refieren a cómo la experiencia con otro llega a ser representada en la mente. Mahler cambió el enfoque del énfasis freudiano en la gratificación de los instintos o las necesidades biológicas como base para la vida mental, a un énfasis en cómo las relaciones interpersonales se interiorizan dentro del ego o yo.

Como ex pediatra y analista de niños, Mahler buscó, a través del estudio del desarrollo normal, comprender cómo se desarrollan las representaciones internas del yo y de otros en el contexto de las interacciones interpersonales entre el cuidador y el niño, lo que resulta en un sentido integrado del yo. Separación-individuación es el nombre que ella dio al proceso por el cual se forman los mapas internos del yo y de los demás. Estos mapas experienciales, o representaciones internas, se construyen a través de interacciones con cuidadores durante el período que abarca desde el nacimiento hasta los tres años de edad, y consisten en aspectos positivos y negativos de la experiencia dentro de la relación. Según Mahler, es la capacidad de integrar aspectos frustrantes y placenteros de la experiencia con otra persona lo que conduce a un sentido estable de sí mismo que puede tolerar estados emocionales fluctuantes dentro de sí mismo y con los demás. La incapacidad de integrar estos aspectos de la experiencia puede conducir a la psicopatología (Mahler, Pine y Bergman, 1975).

Mahler y su equipo de investigación estudiaron a los cuidadores y a sus hijos, en un entorno naturalista, desde el nacimiento hasta los tres años de edad, y observaron comportamientos específicos de la edad que ocurrían regularmente y que marcaban cambios en el comportamiento del niño en relación con el cuidador y con el mundo exterior. Mahler divide a los primeros precursores del proceso de separación-individuación en dos fases, el estado autista y el estado simbiótico. El proceso de separación-individuación propiamente dicho se divide en cuatro subfases: diferenciación, práctica, acercamiento y en el camino hacia la constancia de los objetos. La separación se refiere a la emergencia del niño de un estado simbiótico con el cuidador, mientras que la individuación consiste en logros individuales y características que definen la identidad.