Trastorno de Oposición/Desafiante Edades 13-18
Todos los niños son de oposición de vez en cuando, particularmente cuando están cansados, hambrientos, estresados o alterados. Pueden discutir, responder, desobedecer y desafiar a los padres, maestros y otros adultos. El comportamiento de oposición a menudo es una parte normal del desarrollo de los niños de dos a tres años y de los adolescentes tempranos. Sin embargo, el comportamiento abiertamente hostil y poco cooperativo se convierte en una preocupación grave cuando es tan frecuente y consistente que se destaca en comparación con otros niños de la misma edad y nivel de desarrollo y cuando afecta la vida social, familiar y académica del niño.
En los niños con Trastorno de Oposición Desafiante (ODD, por sus siglas en inglés), existe un patrón continuo de comportamiento hostil, desafiante y no cooperativo hacia las figuras de autoridad que interfiere seriamente con el funcionamiento diario del joven.
Los síntomas de ODD pueden incluir:
- rabietas frecuentes
- discusiones excesivas con adultos
- desafío activo y rechazo a cumplir con las peticiones y reglas de los adultos
- intentos deliberados de molestar o molestar a las personas
- culpar a otros por sus errores o mala conducta
- a menudo ser susceptible o fácil molesto por otros
- enojo y resentimiento frecuentes
- hablar mal y con odio cuando está molesto
- buscar venganza
Los síntomas generalmente se ven en numerosos entornos, pero pueden ser más notorios en casa o en la escuela. Entre el cinco y el quince por ciento de todos los niños en edad escolar tienen ODD. Las causas de ODD se desconocen, pero muchos padres informan que su hijo con ODD era más rígido y exigente que los hermanos del niño desde una edad temprana. Los factores biológicos y ambientales pueden desempeñar un papel en el comportamiento del niño.
Un niño que presente síntomas EXTRAÑOS debe someterse a una evaluación exhaustiva. Es importante buscar otros trastornos que puedan estar presentes, como el trastorno hiperactivo por déficit de atención (TDAH), las dificultades de aprendizaje, los trastornos del estado de ánimo (depresión, trastorno bipolar) y los trastornos de ansiedad. Puede ser difícil mejorar los síntomas de ODD sin tratar el trastorno coexistente. Algunos niños con ODD pueden desarrollar un trastorno de conducta.
El tratamiento de la ODD puede incluir: Programas de Capacitación para padres para ayudar a controlar el comportamiento del niño, Psicoterapia Individual para desarrollar un manejo más efectivo de la ira, Psicoterapia Familiar para mejorar la comunicación, Terapia Cognitiva Conductual para ayudar a resolver problemas y disminuir la negatividad, y Capacitación en Habilidades Sociales para aumentar la flexibilidad y mejorar la tolerancia a la frustración con los compañeros.
Los padres pueden ayudar a su hijo con ODD de las siguientes maneras:
- Siempre aproveche los aspectos positivos, elogie y refuerce positivamente al niño cuando muestre flexibilidad o cooperación.
- Tómese un descanso o una pausa si está a punto de empeorar el conflicto con su hijo, no mejorarlo. Este es un buen modelo para su hijo. Apoye a su hijo si decide tomarse un tiempo para evitar reacciones exageradas.
- Elige tus batallas. Dado que el niño con ODD tiene problemas para evitar las luchas de poder, priorice las cosas que desea que haga su hijo. Si le da tiempo a su hijo en su habitación por mala conducta, no agregue tiempo para discutir. Diga » su tiempo comenzará cuando vaya a su habitación.»
- Establezca límites razonables y apropiados para la edad con consecuencias que se puedan hacer cumplir de manera consistente.
- Mantenga otros intereses que no sean los de su hijo con ODD, para que manejar a su hijo no le lleve todo su tiempo y energía. Trate de trabajar con los demás adultos (maestros, entrenadores y cónyuge) que tratan con su hijo y de obtener su apoyo.
- Controle su propio estrés con ejercicio y relajación. Use cuidados de relevo según sea necesario.
Muchos niños con ODD responderán a técnicas de crianza positivas. Los padres pueden pedir a su pediatra o médico de familia que los derive a un psiquiatra de niños y adolescentes, que puede diagnosticar y tratar cualquier afección psiquiátrica extraña y coexistente.
( Esta información está disponible por la Academia Americana de Psiquiatría Infantil & Adolescente)