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Las nubes estratosféricas polares (PSC) desempeñan un papel central en la formación del agujero de ozono en la Antártida y el Ártico. Las PSC proporcionan superficies sobre las que se producen reacciones químicas heterogéneas. Estas reacciones conducen a la producción de radicales libres de cloro en la estratosfera que destruyen directamente las moléculas de ozono.
Las PSC se forman hacia los polos de aproximadamente 60 ° S de latitud en el rango de altitud de 10 a 25 km durante el invierno y principios de primavera. Las nubes se clasifican en tipos I y II de acuerdo con su tamaño de partícula y temperatura de formación.
Las nubes de tipo II, también conocidas como nubes de nácar o nácar, se componen de cristales de hielo y se forman cuando las temperaturas están por debajo del punto de escarcha del hielo (típicamente por debajo de -83°C).
Las PSC de tipo I son ópticamente mucho más delgadas que las nubes de Tipo II, y tienen una temperatura de umbral de formación de 5 a 8°C por encima del punto de escarcha. Estas nubes consisten principalmente en gotitas hidratadas de ácido nítrico y ácido sulfúrico.
A pesar de dos décadas de investigación, la climatología de las ESP no está bien descrita, y esto afecta a la precisión de los modelos de agotamiento del ozono. El momento y la duración de los eventos de CEP, su extensión geográfica y distribuciones verticales, y su variabilidad anual no se comprenden bien. El LIDAR Davis se ha utilizado para estudiar nubes estratosféricas desde 2001. Las observaciones consisten en perfiles de retrodispersión láser de Rayleigh a una longitud de onda de 532 nm en función de la altitud. Las mediciones se están utilizando para investigar la climatología de las nubes y su relación con la estructura de temperatura de la estratosfera, y la influencia de las ondas gravitacionales atmosféricas y planetarias en la modulación de su estructura y el agotamiento del ozono.
La División Antártica Australiana anima a las personas que viajan a la Antártida a vigilar estas nubes e informar de cualquier avistamiento. Esta información es potencialmente útil para comparar con las observaciones del LIDAR de Davis, las mediciones satelitales y las predicciones de modelos atmosféricos.