¿Pará que sirve la Lactosa? Beneficios y propiedades | NutriTienda
La lactosa es un carbohidratos disacárido presente en la leche de los mamíferos formado por la unión de una molécula de glucosa y otra de galactosa. También es conocida por β-D-galactopyranosyl-(1→4)-D-glucosa y su fórmula química es C12H22O11.
La lactosa es la encargada de dar el sabor dulce a la leche y es una buena fuente de energía. Para su digestión se requiere de una disacaridasa específica que se encuentra en las vellosidades del intestino delgado para romper la unión entre la galactosa y la glucosa, la lactasa.
Intolerancia a la lactosa.
Antes del desarrollo de la ganadería, las personas no continuaban consumiendo leche en la vida adulta, y el cuerpo humano dejaba de producir lactasa después de las primeras etapas de la infancia. Posteriormente, el consumo de leche y productos lácteos a lo largo de la vida produjo la adaptación de las poblaciones consumidoras, especialmente europeas. Esta adaptación a la ingesta de lactosa en la edad adulta, posiblemente es una mutación en el cromosoma dos, resultando favorable, debido a la presencia de lactasa en individuos a lo largo de la vida adulta. La intolerancia a la lactosa es más común en la población asiática, africana, afroamericana y nativos americanos en parte por un menor consumo tradicional de leche y lácteos en la edad adulta. La intolerancia a la lactosa también puede ser originada como consecuencia de la lesión de la mucosa intestinal como en enfermedades inflamatorias intestinales o enfermedad celiaca. Incluso puede aparecer una deficiencia temporal de lactasa como resultado de infecciones virales, bacterianas, malnutrición o por el uso prolongado de medicamentos como los antibióticos.
Sin embargo, hay personas que con el paso de los años van disminuyendo su producción de lactasa pudiendo desencadenar intolerancia a la lactosa en la que la ingestión de leche o alimentos que contengan lactosa produce espasmos abdominales, náuseas y diarreas. Estos trastornos se generan normalmente entre los 20 minutos y las 2 horas posteriores a la ingesta de lactosa. Al existir una carencia de lactasa la lactosa no puede ser digerida y absorbida. Esta lactosa se acumula en el intestino donde por una parte es utilizada por las bacterias generando gases y ácidos, y por otra parte la lactosa que es una sustancia osmóticamente muy activa, capta agua hacia el interior de la luz del intestino produciendo diarrea y disminuyendo el estado de hidratación.
También pueden aparecer síntomas como estreñimiento, dolor de cabeza, pérdida de concentración, cansancio o dolor muscular. Los síntomas varían en función de la persona y dependen de la cantidad de lactosa ingerida. La mayoría de las personas intolerantes a la lactosa solo pueden consumir hasta 0.5 l de leche al día repartidos en 2 o más tomas a lo largo del día, mientras que otras personas son casi completamente intolerantes. El consumo de productos lácteos como yogures puede favorecer la tolerancia debido a que gran parte de la lactosa ha sido utilizada por los fermentos lácticos para dar lugar a ácido láctico.
En la actualidad, se estima que las dos terceras partes de la población mundial presentan intolerancia a la lactosa, con una distribución muy variable entre las diferentes razas y áreas geográficas, e incluso entre subpoblaciones y tribus, siendo las personas con ascendencia del norte de Europa, las menos propensas a ser intolerantes a la lactosa.
¿Para qué sirve?
Pese a la mala fama de la lactosa, este nutriente también tiene sus funciones positivas.
Fuente de energía.
En primer lugar es una excelente fuente de carbohidratos y energía, su energía se libera de forma prolongada debido a la lenta hidrólisis en el cuerpo. La lactosa tiene un índice glucémico bajo (46) y produce un lento y modesto aumento de glucosa en la sangre. Las dietas que contienen alimentos con bajo índice glucémico tienen beneficios para la salud y son preferibles para personas con alteraciones de la glucosa como los diabéticos.
La lactosa presenta únicamente el 25% del dulzor de la sacarosa y se utiliza a menudo como una fuente de energía en los alimentos para lactantes y niños donde demasiado dulzor no es deseable.
Sistema digestivo y absorción de nutrientes.
La lactosa promueve el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas, tales como Bifidobacterium y lactobacilos, por lo que podría considerarse un prebiótico. Estos tipos de bacterias son los denominados probióticos, producen ácido láctico a partir de la lactosa y su crecimiento contribuye al equilibrio intestinal reduciendo el crecimiento de bacterias potencialmente patógenas. La ingesta de lactosa de los lactantes y los niños puede aumentar su resistencia a las infecciones intestinales y contribuir al mantenimiento de una flora intestinal saludable.
La producción de ácidos reduce el pH intestinal contribuyendo a la mejor absorción de minerales como el calcio, magnesio, zinc y manganeso. Todos ellos son necesarios para el crecimiento y desarrollo normal y para la buena salud.
Otros beneficios.
La lactosa se compone de glucosa y galactosa. Esta galactosa es esencial para la formación de galactolípidos cerebrales. Además, la lactosa presenta un efecto mínimo sobre la caries dental en comparación con otros azúcares.